Rampla 2 – Wanderers 1: Contra viento y marea

 

Desde el inicio fue Rampla el que propuso el juego, manejando la pelota con prolijidad, ante un Wanderers que solo se limitaba a esperar y cuyo arquero hizo tiempo desde el primer minuto. Martín Icart y Nicolás Guevara se mostraban sueltos, armando sociedades con Rodrigo Rojo en la banda izquierda y Julián Perujo en la derecha, apoyados por el incansable trabajo de Marcel Novick y Bruno Barreto en el medio sector. Lo único que le faltaba a los picapiedras era concretar ese predominio en chances de gol.
Sin embargo, todo cambió en el minuto 28, cuando el juez Luis Larrañaga decretó la expulsión de Marcel Novick, en una incidencia que habrá que repasar por televisión, pero donde quizás ni siquiera haya existido falta. Lo que es seguro, es que de ninguna forma era jugada de expulsión. El mismo árbitro que había expulsado a Novick en el clásico del Apertura pasado, otra vez lo mandaba a las duchas con roja directa.

(Marcel Novick era figura como siempre, hasta que fue injustamente expulsado)

Descontrol picapiedra y gol bohemio

Tras la incidencia, los ánimos quedaron más que caldeados en futbolistas y parciales rojiverdes, y con total justificación. En ese momento de nerviosismo y descontrol, a Rodrigo Rojo se le fue la pierna al intentar marcar a Agustín Peña dentro del área y Larrañaga sancionó el penal. Lo pateó Matías Corujo y Lucero Álvarez casi lo ataja con las piernas, pero la pelota entró igual y fue el 1-0 para la visita, al minuto 36.
El malestar de todos los ramplenses fue creciendo y el final del primer tiempo fue lo mejor que le pudo pasar a nuestros futbolistas.
Una vez culminada esa etapa inicial, las protestas de jugadores y cuerpo técnico de Rampla se hicieron sentir sobre el juez, quien terminó expulsando al entrenador picapiedra Eduardo Del Capellán.

Diez fueron más que once

En otro momento, lo más atinado hubiese sido recomponer el medio sector, colocando a un volante para suplir la ausencia de Novick. Sin embargo, el marcador era adverso y Rampla tenía que seguir buscando el arco rival. Acertadamente a mi criterio, Del Capellán mantuvo los mismos diez hombres en cancha para la segunda mitad.
Cabe destacar el enorme despliegue de los tres mediocampistas rojiverdes que quedaron en el campo, Perujo, Barreto y Rojo, quienes disimularon la ausencia de un valor fundamental como Novick, marcando a destajo y corriendo como nunca.
Con Icart como abanderado, el ataque de Rampla siguió complicando al fondo de Wanderers. Asi fue que con un centro del ex delantero de Bella Vista y Danubio, llegó el tanto del empate a los 11 minutos, tras un impecable cabezazo de Nicolás Guevara.


(Nicolás Guevara fue imparable y además, metió un golazo de cabeza)

Los bohemios salen a buscar el triunfo

El planteamiento excesivamente conservador a mi gusto del entrenador bohemio José Rossi ya no tenía sentido. El empate no era negocio para un equipo que había jugado gran parte del partido con un jugador más. Así llegaron los cambios de ambos lados. En filas picapiedras, Pablo Meloño y Juan Silva Cerón reemplazaron a Alvaro Mendez y Rodrigo Rojo.
Los del Prado comenzaron a adelantar sus líneas, aprovechando el viento a favor. Sin embargo, pese a que se podría considerar que el punto podía ser buen negocio para Rampla en vista de las circunstancias, los rojiverdes no cesaron en su intento por ganar el partido. Así el trámite se hizo de ida y vuelta, donde los dos querían ganar.

(Néstor "Chino" Moiraghi, una garantía en el fondo picapiedra)

Golazo y lección aprendida

Faltaban menos de 5 minutos cuando Paul Dzeruvs, quien había ingresado por Icart, fue derribado por un zaguero bohemio sobre la punta izquierda. Como en cada pelota quieta, fueron todos los grandotes de Rampla a buscar el cabezazo salvador. No era necesario, porque Julián Perujo la colgó en el ángulo del segundo palo. Espectacular gol del capitán picapiedra, que hizo estallar a la parcialidad rojiverde.
Este triunfo, obtenido de forma heroica, no se iba a escapar como el del clásico. Los futbolistas rojiverdes hicieron tiempo, cuidaron la pelota, la escondieron contra el banderín y demostraron que aprendieron la lección.
Sensacional victoria de los dirigidos por Del Capellán que demostraron, como decíamos en el avance, que les podrán faltar muchas cosas, pero que hombría y garra les sobra.

Por Marcelo Baruffaldi – mbaruffaldi@ramplajuniors.com

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