De mal en peor

 

No podemos mentirnos entre nosotros. Las últimas 2 presentaciones de Rampla Juniors han sido muy malas y esa es la razón por la cual se perdieron 2 de los partidos más accesibles que planteaba el fixture del torneo y que, para peor, eran los que con más razón había que ganar. Estos resultados además han tenido repercusiones en la tabla de posiciones, acercándose Cerrito y alejándose Bella Vista, complicando las chances de Rampla para mantener la categoría. De todos modos, lo que pasó ya pasó, y no hay forma de volver atrás. Esto es real, pero eso no quiere decir que no haya que mirar hacia atrás y ver lo que se viene haciendo mal. Ahora se viene un receso que deberá utilizarse para reacomodar las piezas, recomponer el espíritu y encontrar la idea futbolística, para encontrar la regularidad y emprender el duro camino hacia la permanencia. Es muy fácil pedirle a la parcialidad que apoye, que acompañe, que no “ponga palos en la rueda”, pero esto debe ser retribuido desde el campo de juego, porque los jugadores y los técnicos pasan, pero nuestra gente siempre queda. Y todos tenemos derecho a expresar nuestro malestar, nuestras diferencias, y nadie va a ser menos hincha por exteriorizar sus sensaciones. Eso si, no perdamos la tolerancia y el respeto, no nos olvidemos que a todos nos une la misma causa: nuestro querido Rampla Juniors, que es propiedad de todos los hinchas por igual.

Respecto al partido en sí, lo primero que sorprendió fue ver la disposición táctica que eligió Eduardo Del Capellán para afrontar el choque ante Bella Vista. Cambió del habitual 3-4-1-2 a un 4-3-1-2, es decir pasando de la línea de 3 hombres en el fondo, a una retaguardia con 4 hombres. Así saltaron al campo Lucero Álvarez en el arco; Maximiliano Pereiro, Lucas Staudt, Javier Benia y Hugo Souza en defensa; Bruno Barreto, Marcel Novick y Rodrigo Rojo en el mediocampo; Richard Nuñez como enganche; Danilo Moreno Asprilla y Nicolás Guevara en ofensiva.
Seguramente la intención fue dotar de mayor solidez a la defensa, luego de los problemas sufridos ante Cerrito. A esto se sumaba la ausencia de Martín Bonjour por lesión. El problema, es que esa acumulación de gente en el fondo limitó las posibilidades ofensivas del equipo, ya que los laterales, Pereiro y Souza, no sienten esa función y prácticamente no pasaron al ataque, salvo en las incidencias de pelota quieta. En el mediocampo, Barreto y Novick cumplieron con su habitual desgaste y Rojo con su usual despliegue, el problema fue que al tener 1 futbolista ramplense menos en el medio, Richard Nuñez fue más fácilmente controlado por los marcadores rivales. El colombiano Moreno Asprilla no encontró un socio para generar juego por derecha y apenas gravitó con un par de desbordes, y Nico Guevara se debatió toda la tarde contra la defensa papal, pero nunca pudo generarse un espacio.
Ante este panorama, el primer tiempo de Rampla fue muy pobre y prácticamente no pisó el área rival, salvo por alguna jugada de pelota quieta. Recordamos un cabezazo de Guevara a los 26´ que se perdió apenas por encima del palo y un golpe de cabeza de Souza sobre los 31´ que sacó el arquero y Guevara no pudo conectar. Del otro lado, Lucero Álvarez realizó un par de buenas intervenciones, pero lo de los papales también era muy livianito.

El complemento arrancó con una chance clarísima para los picapiedras. Guevara pudo bajar un balón de espaldas al arco, jugó con Nuñez quien le devolvió la pared y lo dejó cara a cara con el arquero Gentilio. Lamentablemente el delantero argentino definió mal y al cuerpo del guardameta, desperdiciando la oportunidad. Parecía que Rampla comenzaba con otra actitud, presionando más arriba y asumiendo el protagonismo del partido, aunque dejando algunos espacios para el contragolpe de Bella Vista. Y así fue que a los 11 minutos llegó la apertura para los visitantes, tras un largo pelotazo que un delantero rival bajó al medio y encontró a Silvio Bosco Frontán ingresando libre de marcas para poner la pelota contra el palo.
Así la presión del resultado cayó otra vez sobre las espaldas de nuestros futbolistas, quienes al igual que ante Cerrito, no supieron sobrellevarla. El equipo se desordenó, se vio consumido por los nervios y ni siquiera cuando quedó con un hombre de más, por expulsión del papal Damián Santín a los 25 minutos, estuvo cerca del empate, salvo por un tiro libre de Richard Nuñez que pasó cerca.
Del Capellán mandó a Willington Techera, Javier Delgado y Rodrigo Cubilla al campo, cambió la figura a un 3-3-1-3, pero esto no logró modificar el accionar del equipo. Luego vino la expulsión de Maxi Pereiro a los 34 minutos, en una decisión sumamente exagerada por el árbitro Roberto Silvera, ya que el juvenil ni siquiera tenía tarjeta amarilla. Y al final del partido, cuando ya se jugaba el cuarto minuto de descuento, Rampla tuvo su última y única chance de empatar. Cubilla le bajó de cabeza la pelota a Guevara, el argentino la controló pero fue asfixiado por el arquero rival, que logró evitar el tanto, haciendo rebotar la pelota en su cuerpo.

Así llegó el final del partido y se consumó el momento crítico que vive nuestro equipo. Ahora habrá 20 días para trabajar y como decíamos antes, recuperarse anímica y futbolísticamente. Quizás sea tiempo de darle una oportunidad a aquellos que no la han tenido y relegar a los que reiteradamente han demostrado no estar a la altura de sus condiciones. Se realizarán varios partidos amistosos, en principio están fijados como rivales Huracán del Paso de la Arena, Defensor Sporting, un equipo de libres y River Plate, en ese orden. Así Rampla llegará al durísimo partido ante Wanderers, un equipo que está en una situación actual seguramente más crítica que la nuestra, pero que no tiene la soga al cuello en la permanencia como Rampla. Después viene Nacional, con todo lo que eso conlleva, luego Rentistas, otro encuentro vital en la lucha por seguir en Primera, y el cierre será ante Peñarol y Fénix, en ese orden. Serán partidos durísimos pero quien sabe, capaz que ahora que perdimos con los más fáciles, podemos ganarle a los más difíciles. Esto es fútbol y todo es posible, pero así no, jugando como estos últimos 2 partidos, quedarse en el círculo de privilegio sería un milagro.

Por Marcelo Baruffaldi - mbaruffaldi@ramplajuniors.com 

Rampla Juniors