El partido entre Rampla Juniors y Peñarol finalmente será el lunes a las 15 horas en el Estadio Jardines del Hipódromo. El plantel picapiedra, que ya estaba en Trinidad, debió emprender el retorno a Montevideo. Los aurinegros no llegaron a viajar.
Este viernes, una inspección de la Guardia Republicana determinó que el Estadio Juan Antonio Lavalleja de Trinidad no ofrecía las condiciones mínimas de seguridad para recibir el choque entre picapiedras y manyas, pese a que la Jefatura de Policía de Flores el día anterior había autorizado la realización del espectáculo, con la aprobación del Ministerio del Interior. Recordemos que el protocolo de seguridad firmado en su momento por la AUF y el Ministerio indica que será la policía local quien debe autorizar o no la realización de un partido en el interior. Así fue, por ejemplo, en Melo, cuando Peñarol viajó a enfrentar a Cerro Largo. En este caso, la cuestión fue que la policía de Flores autorizó la realización del espectáculo en Trinidad, pero al otro día, se retractó.
¿Que pasó en el medio? Según trascendió y tal cual confirmó Gustavo Clavijo, periodista de Hora 25 de la noche (Radio Oriental), Juan Pedro Quintana, presidente de la Comisión de Seguridad y hombre identificado con Peñarol, le pidió mediante una nota escrita al Ministerio del Interior que verificara y ratificara las condiciones de seguridad del Estadio Juan Antonio Lavalleja. Fue por eso que la inspección de la Guardia Republicana viajó hasta el lugar y terminó impidiendo que el partido se jugara en Flores. Recordemos que Peñarol inicalmente se opuso a la fijación de ese escenario. A buen entendedor, pocas palabras bastan, ¿verdad?.
La cuestión es que esa misma Guardia Republicana entiende que ofrece seguridad jugar en la cancha de Danubio, donde el año pasado, el presidente del club de Maroñas sugirió jugar ante Rampla sin hinchas visitantes para evitar inconvenientes entre ambos clubes, luego de que se produjeran incidentes entre parciales de la franja e hinchas rojiverdes en un enfrentamiento anterior. Ese mismo escenario donde la hinchada de Peñarol ha provocado desmanes en reiteradas ocasiones. Ese estadio, en el corazón de Maroñas, ¿es más seguro para los parciales picapiedras y aurinegros que una tranquila cuidad del interior?.
Y como siempre, los más perjudicados somos los hinchas. Los que ya habíamos hecho malabares para poder acompañar a Rampla hasta Trinidad pese a que estamos a fin de mes, los que ya nos escapamos de nuestros trabajos y locales de estudio para poder alentar a nuestro equipo en el vital partido ante Cerrito. Los que queremos estar siempre y más aún cuando la mano viene brava. Muchos de esos hinchas, no vamos a poder ir el lunes en Jardines. Lo miraremos por televisión, lo escucharemos por radio, pero no vamos a poder estar, por culpa de un puñado de inadaptados que seguramente ni trabaja ni estudia, y probablemente tampoco pague su entrada.
Si señora, si señor, en el fútbol uruguayo hace tiempo que mandan los violentos. Todo gira en torno a ellos. Lo dijo claramente el Dr. Armando Castaingdebat, intendente de Flores, en declaraciones al Diario El Observador: “Se suspende porque 50 inadaptados de Peñarol determinan dónde se juega. Y esa es una señal horrible que se manda porque las reglas no las pueden marcar los inadaptados”. Más claro, imposible.
Vivimos en una sociedad donde la autoridad no puede controlar a 50 personas, o peor aún, no quiere controlar a 50 personas. Incluso el propio Castaingdebat, en declaraciones a Hora 25 de la noche (Radio Oriental), declaró que se comunicó con parciales aurinegros y que le aseguraron que “la barra brava de Peñarol traía 25 hombres de su seguridad para controlar” y que él mismo observaría el partido junto a ellos.
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Todo esto deriva en que Rampla Juniors deba oficiar como local en el Estadio Jardines del Hipódromo. Rojiverdes y aurinegros ya jugaron en ese escenario en este Torneo Clausura, y ambos perdieron con Danubio por el mismo marcador: 2-3.
El partido comenzará a las 15 horas y se jugará en simultáneo con los partidos Racing – River Plate y Cerro – Bella Vista. Fénix por su parte no aceptó postergar su encuentro y jugará este sábado ante Rentistas en el Parque Capurro.
Pero no solo cambió el día y el escenario para el choque entre picapiedras y carboneros, la terna arbitral también sufrió modificaciones. Estará integrada por Daniel Fedorczuk, Nicolás Tarán y Andrés Pollero. Inicialmente estaba designado Marcelo Costa, de bochornosa actuación en el Cerrito – Rampla del Clausura 2010, donde sancionó un penal inexistente en los últimos minutos que privó finalmente a los rojiverdes de clasificar a la Copa Sudamericana.
El once inicial definido por Eduardo Favaro para enfrentar a los aurinegros es lo único que no cambia. Serán los mismos titulares que comenzaron jugando ante Rentistas: Bernardo Long en el arco; Julián Perujo, Rodrigo Canosa, Jonathan Souza Motta y Willington Techera en defensa; Óscar Russo, Bruno Barreto y Rodrigo Rojo en el mediocampo; Santiago Prim como mediapunta y Richard Núñez con Maximiliano Brito en ofensiva.
Tampoco cambia el precio de las entradas para la parcialidad picapiedra, que será de $80, con acceso libre y gratuito para los socios de Rampla. Al momento no se informó si habrá venta de entradas el día del partido en boleterías de Jardines. ¿Qué se va a saber? Si después de todo lo que pasó, hasta que pite el árbitro nadie va a poder asegurar que Rampla Juniors y Peñarol juegan en Jardines del Hipódromo.
Por Marcelo Baruffaldi - mbaruffaldi@ramplajuniors.com