Jorge Giordano llegó con sus dirigidos al Estadio Centenario con la misma oncena titular que venía de ganarle a Miramar Misiones enfrente, en el Parque Méndez Piana, pese a especular durante la semana con una formación más de marca mediante una figura táctica 4-4-1-1, la utilizada en el empate 0 a 0 ante Defensor Sporting en el Olímpico. El entrenador finalmente optó por mantener el esquema 4-3-1-2 y eso le permitiría a su equipo desplegar un desempeño interesante de mitad de cancha hacia delante en el cotejo ante los dirigidos por Diego Aguirre. Lucero Álvarez estuvo en el arco; Maximiliano Pereiro, Javier Benia, Maximiliano Arias y Álvaro Alonso en la defensa; Carlos Díaz, Marcelo Broli, Marcel Novick y Richard Núñez en el mediocampo; Matías Britos y el colombiano Danilo Moreno Asprilla en ofensiva.
Rampla domina y se pone en ventaja
Luego del primer minuto de juego, cuando Peñarol casi marca la apertura tras un centro del argentino Martinuccio que Juan Manuel Olivera apenas pudo conectar con incomodidad, pegándole de ombligo, muriendo el balón en las manos de Lucero, Rampla controló las acciones, presionando en el medio de la cancha y saliendo rápido al ataque explotando la velocidad del colombiano Moreno. No es casualidad que a partir de robos de balón en el medio sector hayan surgido las mejores jugadas de los rojiverdes. A los 13´ fue un quite y posterior remate desde fuera del área de Novick que se fue afuera. Sobre los 18´ una apilada de Richard Núñez que terminó con un notable remate que Sebastián Sosa desvió por arriba del travesaño con la punta de los dedos. Finalmente a los 22 minutos llegaría la apertura, merecida a nuestro criterio, para los rojiverdes.
Broli recuperó la pelota y asistió a Novick, quien se proyectó por la punta izquierda y mandó un centro al corazón del área que encontró a Matías Britos con el mínimo espacio necesario para conectar de cabeza y colocar la pelota contra un palo. Un golazo, merecido para un jugador tan sacrificado como Britos.
Núñez no te lleva más
Pese al gol picapiedra, los carboneros no se enloquecieron, no cambiaron el libreto. Siguieron abriendo la cancha con Estoyanoff por derecha y principalmente con Martinuccio por izquierda, buscando a Antonio Pacheco en las inmediaciones del área y con Luis Aguiar llevando el balón hacia delante. De todos modos, en ese primer tiempo, todos estos futbolistas fueron imprecisos y Rampla prácticamente no pasó ningún susto. Lo único negativo fue la salida de Richard Núñez por lesión, quien dejó su lugar a Rodrigo Rojo cuando corrían 27 minutos. El rubio volante venía jugando en buena forma, habilitando a sus compañeros y probando de media distancia, y los picapiedras lo extrañaron como nunca en las jugadas de pelota quieta, todas desaprovechadas. La mejor fue a los 43´, cuando Carlos Valdez derribó al colombiano Moreno al borde del área, y la ejecución de Britos pegó en la barrera y se perdió al córner. El juvenil cafetero insinuó más de lo que concretó, pero puso nervioso a más de uno con su velocidad y sus amagues.
Peñarol es contundente y lo da vuelta en 5 minutos
Para la etapa complementaria, estaba claro que si las individualidades aurinegras afinaban su puntería, iba a ser muy complicado aguantar el resultado para un Rampla que ya no era tan peligroso en el contragolpe, puesto que con Rojo ganó velocidad al ataque pero sin Núñez perdió la pausa y la precisión en los pases.
A los 10´ llegó el primer aviso aurinegro, con una volea de Pacheco que pegó en el vertical derecho de Lucero. La jugada terminó en un tiro de esquina, del cual provendría el empate para el manya. El centro cayó en el corazón del área, Olivera conectó el balón con un débil cabezazo que rozó levemente en Maxi Arias y descolocó a Lucero Álvarez. Es la única explicación para la falta de reacción del arquero rojiverde, que apenas atinó a mirar como la pelota se metía lentamente en el arco.
El gol provocó el estado anímico perfecto en los aurinegros para seguir de largo, y así lo lograrían 5 minutos después. Aguiar mandó el centro desde la derecha, Olivera le ganó a Pereiro por arriba y esta vez metió un notable cabezazo que, paradójicamente, no fue gol, pero luego de pegar en el palo terminó asistiendo al “Tony” Pacheco, quien tomó el rebote y rápidamente marcó el tanto.
El viejo dicho de la sábana corta
Ya con Paul Dzeruvs en la cancha, quien había ingresado en lugar del colombiano Moreno entre el empate y el segundo gol carbonero, Rampla se adelantó en la cancha, buscando el empate. Con poca claridad es cierto, pero copando el medio del campo, los dirigidos por Jorge Giordano lograron que el trámite se desarrollara en campo aurinegro. Contaron con un par de tiros libres y otros tantos tiros de esquina, que sin Núñez como ejecutante, terminaron siendo inofensivos.
La cuestión fue que ese avance territorial, terminó siendo letal para los rojiverdes, porque a los 32 minutos y precisamente tras un córner a favor, los rojiverdes quedaron totalmente descubiertos en defensa y Peñarol liquidó el partido. Tres carboneros avanzaron contra Maxi Pereiro, el último picapiedra, y Fabián Estoyanoff tras asistencia de Martinuccio, marcó el 3 a 1 y sentenció el cotejo.
Inmediatamente ingresó Nicolás Abot por Carlos Díaz y Rampla fue aún más arriesgado, pero ya sin perder el mínimo orden necesario. El argentino tuvo un cabezazo a los 42´ que pasó cerca del palo y nada más.
Llegó el pitazo final del árbitro Heber Rodríguez y los picapiedras se retiraron del Centenario con la tranquilidad de la buena imagen mostrada, pero con una derrota, aunque en un partido de esos que suelen denominarse como “perdibles”.
Por Marcelo Baruffaldi – mbaruffaldi@ramplajuniors.com