Los primeros minutos, se podría decir que Rampla metió a Central dentro de su área. Abriendo la cancha con Rodrigo Rojo por izquierda y Julián Perujo por derecha, los picapiedras inundaron de centros el área palermitana. Un par de atajadas del arquero Ignacio De León, algunas pelotas que pasaron cerca, la cabeza de un zaguero que justo evitaba el cabezazo goleador de Guevara, siempre pasaba algo que impedía el tanto.
Esto que pasó en las primeras de cambio se repetiría, con menor intensidad lógicamente, durante todo el resto del encuentro. Rampla atacando y atacando, Central esperando y tratando de hilvanar algún contragolpe.
Así fue que la primera clara fue para los visitantes, un remate de Matías Vecino que pegó en el palo, luego de que Rampla quedara muy mal parado en defensa tras un córner a su favor. Luego respondió Richard Nuñez, quien con toda su clase le pegó al primer palo cuando todos esperaban el centro. El poste devolvió el balón a la cancha.
Más de lo mismo
El complemento fue igual. Los rojiverdes ganaban constantemente en el área rival pero la pelota siempre se iba por poco afuera o encontraba al arquero a un defensa rechazando. Los nervios fueron ganando a los picapiedras y las imprecisiones se hicieron cada vez más frecuentes.
La más clara la tuvo Guevara, la única vez que pudo cabecear en el área palermitana, tras un excelente centro de Rodrigo Rojo y ahí apareció Ignacio De León para hacer la atajada de la tarde.
Faltando 20 minutos se fue expulsado Sergio Pérez, volante palermitano, por doble amarilla, pero el trámite no cambió. Simplemente, Central resignó aún más sus escasas intenciones ofensivas.
Al final, De León ahogó el grito de gol 2 veces más, primero bloqueando un remate de Pablo Meloño, quien quedó totalmente solo tras un notable pase de Álvaro Méndez, pero demoró mucho en acomodarse. En la última incidencia, De León terminó de ponerse el traje de figura de la cancha, quedándose con un intento de volea de Javier Benia.
Incidentes al final
Sin intenciones de justificar las agresiones del final, ya que por encima de todo perjudican a Rampla, porque puede ser pasible de sanciones, es necesario destacar la acción que desencadenó los hechos. Una vez finalizado el partido, el técnico palermitano Daniel Sánchez ingresó al campo y a los saltos se puso a festejar que su equipo se quedaba en primera. Ni siquiera sus jugadores fueron tan efusivos, pero además, si la intención era festejar con su gente, bastaba con darse vuelta, ya que su parcialidad estaba detrás del banco de suplentes. Un gesto desmedido que enardeció a jugadores e hinchas de Rampla. Hubo algún forcejeo y un intento de agresión al entrenador palermitano, pero tampoco fue Bagdad. Ahora habrá que esperar el informe de Jorge Larrionda para ver si hay futbolistas denunciados.
Así se define todo
A falta de una fecha, Rampla sigue con chance de clasificar a la Copa Sudamericana y no tiene asegurada su permanencia en Primera División. El último partido es con Danubio en Jardines del Hipódromo. Estos son los escenarios posibles.
Si Rampla gana, automáticamente logra la permanencia y si River Plate pierde con Wanderers, clasifica a la Copa Sudamericana.
Si Rampla empata, Tacuarembó le gana a Cerro Largo en Melo y Cerrito no pierde con Nacional, habrá desempate entre Rampla y Tacuarembó. Con cualquiera de los otros resultados posibles en los otros dos partidos mencionados, Rampla sigue en primera.
La permanencia de Rampla solo peligra si los rojiverdes pierden con Danubio. Si se diera ese caso, deberá esperar que Tacuarembó no le gane a Cerro Largo en Melo para mantener la categoría. Cerrito ya estaría salvado gane o pierda con Nacional.
Por Marcelo Baruffaldi – mbaruffaldi@ramplajuniors.com