A unos 90 km de la ciudad de Montevideo como marcan los carteles indicadores en la ruta, en la capital del departamento de San José, tuvo lugar el partido entre Boston River local y nuestro querido Rampla Juniors. Una tarde con un calor agobiante y un estadio, el Casto Martinez Laguarda, que presentó un campo de juego en buenas condiciones, sirviendo como escenario para dicho cotejo.
Rampla Juniors saltó al verde césped con, Barlocco en el arco; línea de cuatro con, Cesar Vargas por derecha, Alvaro Marquez, Federico Velasquez y Emanuel Cuello por izquierda; mitad de la cancha para, Rodrigo Alvez, Darío Flores y Salvador Sasson, más adelantado jugó Maureen Franco y como puntas Paul Dzeruvs y Nicolás Guevara.

Ya desde el comienzo se vio un Rampla impreciso, lento con poca movilidad que propició llegadas muy claras de nuestro rival de turno que de no ser por las grandes atajadas de Barlocco, el resultado hubiera sido otro.

Martin Barlocco, fue el mejor jugador picapiedra del partido, fue quien inmpidio que la pelota bailara con red en varias oportunidades.
Los minutos transcurrían y no se vislumbraba mejoría alguna en el planteamiento ni en el juego Picapiedra, en cambio Boston River iba acumulando una y otra situación clara, siempre bien contenida por Barlocco. Hubo un remate fuerte al palo izquierdo que provocó una de las mejores atajadas del partido, también un cabezazo a boca de jarro que con grandes reflejos Martín logro desviar. Fue en esa última jugada que se generó la mejor chance de abrir el marcador para Rampla, cuando con salida rápida, Nico Guevara quedó frente al arco rival, perdiéndose de manera increíble su gol.Hubo alguna que otra insinuación por parte del rojiverde sin que generara real peligro para el guardameta rival.

Terminó el primer tiempo y los rostros en la tribuna de Rampla de las más de 150 personas denostaban mucha preocupación por cómo estaba jugando el equipo. No se había tenido el control del balón en casi la totalidad de los primeros 45 minutos y para peor el nivel demostrado había estado muy por debajo de lo que se pensaba.
Para el segundo tiempo el Ronco López mandó a la cancha a, Tabaré Da Cunha por Salvador Sassón, intentando ser más profundos por el costado derecho en materia de ataque y a su vez tratar de controlar el ataque de Boston River por ese costado, ya que las mejores jugadas del rival llegaron con desbordes por derecha de nuestra defensa.
Para alegría de los presentes, el equipo borró totalmente la magra imagen mostrada en la primera mitad y salió decidido a lograr el gol que permitiera los 3 puntos. Franco fue más incisivo con los pases, Flores, logró controlar mejor la mitad de la cancha, adueñándose del balón. Velasquez y Marquez clausuraron el área y nuestra principal figura del partido Paul Dzeruvs, empezó a inquietar con sus desbordes casi constantes, buenos remates y muy buenos centros.

Paul Dzeruvs, fue a todas, y también fue el que más inquietó a los rivales con sus corridas.
Como era de esperar, esa supremacía en la tenencia del balón por parte de Rampla Juniors, provocó que se generaran ataques y situaciones de manera constante para buscar la apertura. Para desgracia de todos nosotros, ese gol nunca llegó y de la misma manera que, Barlocco, tuvo una tarde soñada, el golero rival también la tuvo, dejándonos a todos con el grito en la garganta. Como olvidar un desborde magnífico de Paul Dzeruvs con remate incluido que de milagro no fue gol, otro tiro cruzado de izquierda a derecha que el golero le tapó a mano cambiada sobre el parante izquierdo. Un remate furibundo por parte de Emanuel Cuello que puedo haber sido gol, unos cabezazos de Noble, quién entró a mediados de la segunda parte por Guevara, que se fueron desviados. Buenos remates pero sin suerte por parte de, Nacho De León, quién había ingresado por Alvez.

Ignacio De Leon, fue el responsable de cambiarle la cara al equipo picapiedra, en base a su dinámica y al buen juego que posee el volante ramplense.
Destacar en este partido la gran labor de Martín Barlocco, protagonista de voladas y atajadas monumentales y la gran tarde que tuvo Paul Dzeruvs, quien dejó hasta la última gota de sudor desbordando y encarando rivales, siendo un peligro constante para la defensa rival.
Como conclusión final y aunque el dolor de volver a perder unidades no se pueda borrar de nuestra retina, nos tenemos que quedar con lo que fue el equipo en la segunda mitad, con las chances que generó y con la tenencia del balón que logró. Sé que no alcanza, se que las ganas y las chances malogradas no suman puntos pero con esta actitud y mejorando un poco la puntería se van a ir dando las victorias.
Por: Juan Pablo Olagüe.
Foto de portada: www.elascenso.com
Fotos: Florencia Franco: www.facebook.com/RamplaJuniorsFotos